Esta rama del derecho nace a partir de los desafíos que trajo la Primera Guerra Mundial para las economías de los países beligerantes. En el pensamiento económico clásico, en que el Estado tenia una participación nominal en la economía, por considerarlo como un arbitro o gendarme de la actividad económica. Imperaba la idea que el desarrollo económico correspondía a los individuos.
Con la revolución bolchevique de 1917, el pensamiento económico centralizado, basado en el pensamiento de Carlos Marx y el control de los medios de producción en manos del Estado, da sus primeros pasos. Se rompe la forma de entender la economía y el derecho, sostenida hasta ese instante por los plantamientos de los economistas clásicos.
Sin embargo la participación e intervención del Estado en la economía durante los años de la Primera Guerra Mundial, es parcial y limitada. Con la Gran Depresión de 1929, crisis que se traducirá en quiebras, cesantía y deflación, se produce la intromisión del pensamiento económico de J.M. Keynes. Este académico ingles cuyas teorías, sobre el gasto publico, la inversión el consumo y la moneda tuvieron amplias repercusiones en todo el mundo en especial con su “ Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero” que funda una peculiar intervención estatal en la Economía.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, el derecho económico va a pasar a ser lo que es hoy, un derecho no puramente de intervención del Estado, sino que se regulación de la actividad económica, concretándose en un sistema económico, que a su vez responde a ciertos principios, normas y características, que los diferencian de otros.
Por lo mismo, hay que distinguir entre el derecho económico que es aquel que tiene por finalidad organizar y regular la actividad económica, y el derecho de la economía, que es aquel relacionado con todas las normas que regulan la actividad económica.
Precisamente con el Análisis Económico del Derecho es fundamenta que entre el derecho y la economía existe un elemento distintivo y central, se llama: eficiencia. En consecuencia, ambos enfrentan el problema de la carestia de recursos y el como asignarlos; este desfase conduce a buscar una respuesta eficaz socialmente considerada. Entonces se advierte la necesidad de afrontar este problema de manera interdisciplinaria.
La estrecha relación ue existe entre el Derecho y Economía ha sido y es palpable en múltiples sitaciones. Una de ellas se vincula con la prosperidad, que requiere de una protección jurídica para su existencia y desarrollo. En ese sentido ha sido esclarecedora la propuesta del profesor Ronald Coase de que las legislaciones que no protegen y determinan claramente los derechos de propiedad, obstaculizan la producción y la comercialización de transacción.