Las principales diferencias entre las contabilidades financiera y fiscal se refieren al tipo de usuarios en el que se enfocan y al tipo de normas que deben usar para elaborar la información que éstos requieren. La contabilidad financiera se organiza para producir información para usuarios externos de la entidad tales como acreedores bancarios, accionistas, proveedores, empleados, clientes y organismos reguladores. Por su parte, la contabilidad fiscal está organizada para generar la información requerida por una entidad específica: el gobierno.
La otra diferencia principal se refiere a las reglas que se siguen en la elaboración de la información. La contabilidad financiera se estructura con base en normas de información financiera emitidas, ya sea a nivel internacional o a nivel local; mientras que la contabilidad fiscal se genera con base en las normas contenidas en las leyes fiscales de cada país.
La situación descrita en el párrafo anterior genera importantes diferencias en la determinación financiera y fiscal, tanto de los ingresos como de los gastos. A diferencia de las normas de información financiera, en las leyes fiscales de cada país están contemplados los ingresos que se “acumulan” o que entran en el cálculo para propósitos fiscales, así como los gastos que se permiten incluir como deducciones autorizadas para el cálculo del impuesto a pagar.
Para la contabilidad financiera, los ingresos representan recursos que recibe el negocio por la venta de un servicio o producto, en efectivo o a crédito, mientras que para la contabilidad fiscal los ingresos son los que se consideren acumulables para efectos de impuestos de acuerdo con las leyes fiscales en vigor. En el caso de los gastos, para la contabilidad financiera, éstos están integrados por todas aquellas erogaciones necesarias que haya efectuado una organización económica para la generación de los ingresos. Sin embargo, desde el punto de vista fiscal, sólo se consideran como gastos las deducciones autorizadas en las leyes fiscales. Al restar los respectivos conceptos de ingresos y gastos, tanto financieros como fiscales, se obtiene la utilidad o pérdida (financiera) o la base gravable (fiscal), según sea el caso. A esta última es a la que se le aplicaría el porcentaje de impuesto correspondiente para calcular el monto de impuestos a pagar.
Como se puede apreciar, no todas las partidas contables se consideran para el cálculo de la base gravable fiscal, situación que normalmente genera diferencias entre la utilidad (o pérdida) contable y la base gravable que se utiliza para el cálculo del impuesto.
Diferencias entre las contabilidades financiera y administrativa
Aunque ambos sistemas tienen como finalidad generar información útil para la toma de decisiones en las empresas, existen algunas diferencias que se mencionan a continuación.
La contabilidad administrativa está organizada a fin de producir información para los usuarios internos integrados por los administradores de los diferentes departamentos o áreas de la organización; está enfocada en el futuro y genera, entre otra información, los presupuestos y estándares de costos. Por otra parte, la contabilidad financiera produce información para los usuarios externos, se basa generalmente en información del pasado o en sucesos ya realizados por la organización, además de que permite visualizar de manera global los resultados de la entidad económica. A su vez, la contabilidad administrativa proporciona información para evaluar la empresa por áreas y departamentos.
La contabilidad financiera está elaborada de acuerdo con las normas de información financiera. Esto se debe a que sus usuarios requieren de un estándar en la presentación de la información para hacerla comparable con otros ciclos del negocio o con otras entidades económicas. Por su parte, la información que genera la contabilidad administrativa no se encuentra sujeta a normas estándares o formatos preestablecidos, ya que se adecua a las necesidades de los usuarios internos de la organización.
La elaboración de la contabilidad financiera es indispensable y obligatoria para cualquier entidad económica que pretenda establecer relaciones comerciales y aspirar a algún tipo de financiamiento, mientras que el uso de las herramientas propias de la contabilidad administrativa es totalmente opcional para todo tipo de empresas.