Estudios actuales acerca del aprendizaje y la adquisición de un segundo idioma han demostrado que el desarrollo de la lengua se logra como producto de interacciones sociales, en circunstancias que tengan por objetivo comunicar información y usar el idioma de manera significativa para desempeñar o resolver alguna tarea desafiante. Estas tareas, llamadas tareas comunicativas, son definidas como un trabajo de la clase, que presenta situaciones similares a las de la vida real y que requiere que los estudiantes comprendan, manipulen, produzcan e interactúen en el segundo idioma, enfocando su atención principalmente a los significados en lugar de las formas, para así alcanzar los objetivos de la tarea. Constituyen oportunidades de aprendizaje de la lengua basadas en la experiencia y en lo que los aprendices son capaces de hacer con el lenguaje, que pueden requerir el uso de una habilidad del idioma o una combinación de ellas.
Las tareas sitúan a la interacción en el centro del aprendizaje. Promueven la interacción entre los alumnos y les brindan oportunidades de practicar sus habilidades en el idioma con un propósito auténtico, y recibir retroalimentación y apoyo de acuerdo a sus necesidades de aprendizaje. Además, al representar situaciones de la vida real o presentarse como problemas a resolver, las tareas son relevantes, motivadoras y desafiantes para los alumnos y abren espacios para el aprendizaje. Los estudiantes sienten el interés y la necesidad de explorar las relaciones entre las funciones y las formas del lenguaje, con el propósito de comprender y construir mensajes, comunicar significados e intercambiar información y así responder a las demandas de la tarea.
De acuerdo a Van Den Branden y otros,interactuar con otros para resolver una tarea permite a los estudiantes trabajar hacia una meta clara, compartir información y opiniones, negociar significados, tener ayuda de los interlocutores para comprender el mensaje, recibir retroalimentación sobre su propia producción del idioma y brinda un propósito para aplicar el uso de elementos del idioma en forma contextualizada.