Cuando viajamos a otro país, advertimos las diferencias de su cultura y la nuestra. Los residentes tienen no solo su propio idioma, sino también costumbres, formas de ver el mundo y de pensar diferentes a las nuestras. Esto es más notorio entre naciones con tradiciones antiguas, pero en un grado mas sutil podemos ver que lo mismo sucede en una compañía u oficina. Todo esto forma parte de la fuerza social que combina y funde al grupo con base en la particular química de sus miembros.
Cuando examines a tu grupo y su cultura, piensa en términos del estilo y animo general prevaleciente. ¿Esta poco estructurado, con un estilo relajado? ¿O se organiza de arriba y sus miembros temen pasarse de la raya o romper la disciplina? ¿Los miembros se sienten superiores y separados del resto del mundo, exhiben una actitud elitista, o el grupo se enorgullece de su populismo? ¿Se ve a si mismo como vanguardista o tradionalista?
¿La información fluye con facilidad por el grupo, lo que procura una sensación de apertura, o la dirigencia controla y monopoliza ese flujo? ¿Posee un sentido masculino- un filo hipercompetitivo y una rígida cadena de mando- o tiene un fluido espíritu femenino que acentúa la cooperación sobre la jerarquía? ¿Parece plagado de disfunciones y desunión, con sus miembros mas interesados en su ego en obtener resultados, o pone énfasis en la productividad y la calidad del trabajo? Para responder estas preguntas, no prestes mucha atención a lo que el grupo dice sobre si, sino examina sus acciones y el tono emocional que prevalece en su interior.
Su estilo puede presentar grados de las cualidades señaladas, o combinaciones de ellas, pero el grupo tendrá siempre algún tipo de cultura y espíritu que lo identifique. Ten en mente dos cosas: primera, la cultura suele centrarse en un ideal que el grupo imagina para si: liberal, moderno, progresista, muy competitivo, de buen gusto, etcétera. Quizá no lo cumpla, pero en la medida en que lo intenta, el ideal opera como un mito que une a sus integrantes. Segunda, esta cultura tiende a ser un reflejo de los fundadores del grupo, en particular si poseen una fuerte personalidad. Con su estilo rígido o relajado, dejaron huella en el grupo, aun si cuenta con miles de miembros. Sin embargo, los lideres que se incorporan a un grupo o compañía que ya tiene cultura establecida serán completamente absorbidos por ella, aunque se propongan cambiarla.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos, ubicado en el Pentágono, emergió de la Segunda Guerra Mundial con un espíritu militarista muy fuerte. Los presidentes Kennedy y Johnson tenían su propia visión del Pentágono y pretendieron cambiar su cultura: querían evitar que ese país se enredara en la guerra de Vietnam. Pero esta cultura agresiva acabo por alterar sus ideas y por arrastrarlos a la guerra. Muchos directores de cine en Hollywood han pensado hacer las cosas a su manera, solo para verse devorados por una arraigada cultura que enfatiza el control vertical y el micromanagement por parte de los productores, con sus notas interminables. Esta cultura ha existido durante cerca de noventa años y ningún individuo ha sido capaz de alterarla.
Mas vale darse cuenta de que entre mayor sea el grupo y mas establecida este su cultura en el tiempo, más probable será que te controle, no tu a ella.
Ten en mente una cosa: sea cual fuere el tipo de cultura o lo agitadora que haya sido en sus origines, cuanto mas antiguo sea el grupo y más crezca, será más conservador. Este es un resultado inevitable del deseo de mantener lo que la gente hizo o creo, y se funda en formas probadas de preservar el orden importante. Ese insidioso conservadurismo será a menudo la muerte del grupo, porque este pierde poco a poco la capacidad de adaptarse.