Cuando el capital de una empresa está constituido por aportaciones de un numeroso grupo de personas llamados accionistas y complementado con recursos prestados por diversas personas o instituciones bancarias llamadas genéricamente acreedores, la necesidad de contar con información financiera adquiere primordial importancia.
Los acreedores y accionistas de un negocio son los principales interesados en conocer la situación financiera de la organización a través de la información que periódicamente está obligada a proporcionar, sobre todo si el dinero aportado por accionistas o prestado por acreedores fue canalizado a través del mercado de valores en forma pública o abierta.
Las decisiones que los acreedores y los accionistas toman en relación con los negocios en los que tienen intereses económicos se refieren a cómo se obtienen los recursos y cómo se utilizan, y fundamentalmente están agrupadas en alguna de las siguientes categorías: financiamiento, inversión y operación. Para la obtención de recursos existen dos fuentes principales: los que aportan los socios y los obtenidos mediante préstamos, que implican decisiones relativas al financiamiento. Por otro lado, la aplicación de los recursos obtenidos lleva a tomar decisiones correspondientes a la inversión y finalmente, la decisión de qué hacer con dichas inversiones entra en el contexto de la operación. Veamos algunos ejemplos sobre estos tipos de decisiones de negocios:
- Decisiones de financiamiento. Un negocio requiere
financiamiento para comenzar a operar y crecer de acuerdo con sus planes.
Algunos ejemplos sobre este tipo de decisiones son:
- ¿Cuánto dinero —de ser necesario— se debe pedir prestado
- ¿Qué opción de financiamiento es más conveniente?
- Decisiones de inversión. Implican la adquisición
de nuevos bienes, como terrenos, maquinaria, equipo de transporte, etcétera.
Ejemplos de este tipo de decisiones son:
- ¿Es conveniente comprar maquinaria adicional para aumentar las ventas?
- ¿Qué tipo de adquisición es la que más conviene al negocio?
- Decisiones de operación. Las actividades como la
producción de bienes o la prestación de servicios, distribución del producto y
otras más son propias de la operación del negocio. Algunas decisiones que se
deben tomar a este respecto son:
- ¿Cuántos puntos de venta se deben tener
- ¿Se debe trabajar un turno extra?
- ¿A qué precio se deben vender los productos?
Lo anterior es tan sólo una breve muestra de los diferentes tipos de decisiones que se pueden tomar basándose en la información financiera, cuyo fin no es sólo generar información, sino que ésta sea aprovechada para lograr la meta del negocio y realizar los objetivos, planes y proyectos de los diferentes usuarios de la misma.