Una comisión nombrada por el gobierno de la provincia canadiense de Ontario ofreció recomendaciones para ayudar a los jueces y abogados a reconocer lenguaje o acciones que pudieran causar que algunos participantes se sintieran excluidos y, por lo tanto, privados de representación durante los procedimientos judiciales. Un área de concentración fue el uso de intérpretes judiciales para las personas que no habían inglés o francés con fluidez. Aunque la Corte Suprema de Canadá había dado instrucciones explicitas en 1994 sobre el derecho de una persona acusada a recibir ayuda de un intérprete, a muchos participantes en el sistema legal canadiense todavía les preocupaba el uso de intérpretes. Respondiendo a estas preocupaciones, la comisión enfatizo que todos los participantes de un procedimiento deben entender la función del intérprete. Con este objetivo en mente, la comisión hizo hincapié en que todos los participantes de un procedimiento legal deben ser concienciados de la naturaleza de la interpretación.
Para que los jueces y abogados puedan hacer uso eficaz de un intérprete en la sala del tribunal, tienen que entender cuando es necesario un intérprete, apreciar el tiempo que se requiere para la interpretación y desarrollar conciencia de la naturaleza de la interpretación informada culturalmente en contraste con la simple interpretación literal. Por ejemplo, los jueces y abogados mal informados suelen esperar que los intérpretes traduzcan lo que se dice palabra por palabra. En la práctica, sin embargo, este tipo de traducción con frecuencia no comunica el significado cultural específico con precisión y eficacia, y a veces es simplemente imposible porque cada idioma es único en su estructura. Un intérprete entrevistado por la comisión explico que mientras que un idioma puede usar una palabra o frase corta para expresar una idea en particular, otros no tienen un idioma que pueden ser expresadas brevemente en otro. Muchos interpretes encuentran que en la sala del tribunal los jueces y abogados mal informados pueden sospechar que un intérprete está extendiéndose innecesariamente si el intérprete se toma mucho tiempo para explicar un punto.
La ley canadiense insiste en la imparcialidad de los servicios de interpretación. Las partes en los procedimientos, parientes y amigos de esas partes o personas que de otra manera estén cerca delos acontecimientos que dan lugar a una acusación son vistos, por lo general, como intérpretes impropios en los procedimientos penales. No obstante, puesto que algunas comunidades lingüísticas minoritarias, como las comunidades aborígenes, son pequeñas, en la práctica, los participantes en los tribunales suelen conocer al interprete judicial. En muchos casos conocimiento previo no importa y puede ser inevitable. Pero para garantizar procedimientos justos, un acusado, victima u otro testigo debe entender de lleno la función del interprete y poder oponerse a un intérprete que él o ella no confié que será imparcial.
Con estos fines, la comisión recomendó que los jueces aclaren en audiencia pública que el intérprete es un profesional neutro, empleado por los tribunales para traducir lo que se está diciendo; que un acusado o cualquier testigo puede oponerse a un intérprete potencialmente puede pedir aclaración en cualquier momento.