La Actitud Ansiosa

Las personas de este tipo prevén toda clase de obstáculos y dificultades en cualquier situación que enfrentan. Dan por supuesto que la gente las criticara o traicionara. Todo esto estimula una inusual ansiedad a priori. Lo que realmente temen es perder el control de la situación. Su solución es limitar lo que puede suceder, reducir el mundo que enfrentan. Esto significa limitar su destino y lo que intentaran. En una relacion, dominaran sutilmente los rituales domésticos, parecerán débiles y demandaran atención extra. Esto disuadirá a los demás de criticarlas. Todo debe ser a su modo. En el trabajo son sumamente perfeccionistas y dados al micromanagement, aunque al final se sabotean a si mismas por tratar de dominar demasiadas cosas. Una vez fuera de su zona de confort- su hogar o la relacion en la que predominan-, se vuelven inusualmente irritables.

En ocasiones, disfrazan su necesidad de control como una forma de amor e interés. Cuando Franklin Roosevelt se enfermo de polio en 1921, a los treinta y nueve años de edad, su madre, Sara, hizo todo lo posible por confinar su existencia y mantenerlo encerrado en una habitación de la casa. El tendría que abandonar su carrera política y entregarse a sus cuidados. Pero Eleanor, su esposa, tenía una opinión muy distinta: debía recuperar poco a poco su antigua vida. La consecuente batalla entre suegra y nuera se resolvió a favor de esta última. La madre había disfrazado su actitud ansiosa y necesidad de dominar a su hijo de aparente amor, para transformarlo en un invalido.

Otro disfraz, similar al del amor, es tratar de complacer y lisonjear a la gente para disuadir cualquier acción incierta y hostil. (“Tipos tóxicos, El complacedor”).

Si notas estas tendencias en ti, el mejor antídoto es que vuelques tus energías en el trabajo. Dirigir tu atención a algún proyecto tendrá un efecto tranquilizador. Mientras contengas tus tendencias perfeccionistas, podrás canalizar a algo productivo tu necesidad de controlar. En relacion con la gente, acepta gradualmente sus hábitos y ritmo de hacer las cosas. Esto demostrara que no temes relajar el control. Ponte deliberadamente en las circunstancias que mas temes, para descubrir que tus miedos son exagerados. Introduce un poco de caos en tu vida demasiado ordenada.

Al tratar con quienes tienen esta actitud, no te contagies de su ansiedad y bríndales la influencia relajante de la que carecieron en sus primeros años. Si irradias tranquilidad, tu disposición tendrá mayor efecto que tus palabras.

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