Algunos niños manifiestan una actitud hostil a muy temprana edad. Interpretan el destete y la natural separación de sus padres como acciones adversas. Otros deben lidiar con un padre o madre a quien le gusta castigar e infligir dolor. En ambos casos, el chico ve un mundo lleno de hostilidad, y su reacción es tratar de controlarlo volviéndose el mismo la fuente de la hostilidad. Al menos, esta ya no será asi tan casual y repentina. Cuando este individuo crece, es un experto en provocar enojo y frustración en los demás, lo que justifica su actitud original: “Mira, la gente esta en mi contra, me rechaza sin razón aparente”.
En una relacion, un hombre con una actitud hostil acusara a su esposa de que no la ama. Si ella protesta y se pone a la defensiva, el lo vera como una señal de que ella tiene que hacer un esfuerzo para disfrazar la verdad. Si la esposa siente intimidad y guarda silencio, el lo interpretaría como una señal de que ha estado en lo cierto todo el tiempo. En su confusión, es fácil que ella empiece a sentir hostilidad, lo que confirmara la opinión de él. Las personas con esta actitud disponen de muchos otros trucos sutiles para provocar la hostilidad que en secreto desean sentir dirigida en su contra: dejar de cooperar en un proyecto justo cuando mas se les necesita, llegar constantemente tarde, hacer un mal trabajo, causar deliberadamente una primera impresión desfavorable. No obstante, dicen estar seguras de que no hicieron nada para instigar esa reacción.
Su hostilidad impregna todo lo que hacen: la forma en que discuten y provocan (siempre tienen la razón); la desagradable insinuación de sus bromas; la avidez con que demandan atención; el placer que obtienen de criticar a los demás y verlos fracasar. Las reconocerás porque en esas situaciones es fácil hacerlas enojar. Tal como la describen, su vida esta repleta de batallas, traiciones y persecuciones que ellas no originan. En esencia, proyectan sus sentimientos hostiles en otros y son prestas para identificarlos en cualquier acción aparentemente inocente. Su meta en la vida es sentirse perseguidas y desear venganza. Suelen tener problemas profesionales, ya que su enojo y hostilidad tienden a estallar. Estos les dan nuevos motivos de queja y una base sobre la cual culpar al mundo por estar en su contra.
Si adviertas estas señales en ti, esta toma de conciencia es un paso importante para librarte de ellas. Puedes probar también un experimento simple: piensa positivamente de individuos a los que acabas de conocer o que conoces de manera superficial: “Esta persona me agrada”, “Parece inteligente”, etcétera. No lo verbalices, pero haz todo lo posible por sentir esas emociones. Si esos individuos reaccionan con hostilidad o a la defensiva, quizá sea cierto que el mundo esta en tu contra. Pero lo mas probable es que no veas nada que pueda interpretarse ni remotamente como negativo, sino lo contrario. Sera obvio entonces que la fuente de toda respuesta hostil eres tu mismo.
Cuando trates con sujetos en los que esta actitud es extremosa, evita cuanto puedas responder con el antagonismo que esperan. Mantén tu neutralidad. Esto los confundirá y detendrán por un tiempo su juego. Se alimentan de tu hostilidad, así que no les des combustible.