Abstinencia de Alcohol

Nicholas Underwood, un informático de 41 años de edad, ingresa en un programa de tratamiento para problemas de alcohol aduciendo lo siguiente como razón principal: <<Necesito dejar de beber o mi esposa pedirá el divorcio>>.

En el momento del ingreso, el Sr. Underwood explica que ha estado bebiendo 1 litro de vodka al día, todos los días, y que no había pasado un solo día sin alcohol desde hacía más de 2 años. El Sr. Underwood había estado muchos años bebiendo alcohol después del trabajo, pero más o menos 1 año antes de la evaluación había empezado a beber rutinariamente por las mañanas siempre que tenía el día libre. Más recientemente había empezado a notarse <<tembloroso>> por las mañanas, sensación que trataba con una copa, seguida de mas alcohol a lo largo del día.

El Sr. Underwood presentaba varios problemas relacionados con la bebida. La esposa ya estaba <<harta>> y había empezado a pensar en divorciarse. Su menor capacidad de concentrarse en el trabajo estaba <<hundiendo>> su prometedora carrera profesional. Pasaba más tiempo tratando de recuperarse de los efectos de la bebida y se descubría planeando estrategias para dejar de beber y, al mismo tiempo, tomarse la copa siguiente a escondidas.

El Sr. Underwood había probado el alcohol en el instituto y decía que siempre había tenido más aguante que sus amigos. En la universidad fue uno de los mayores bebedores de una hermandad estudiantil llamada <<.la casa de los animales>>. Durante la treintena fue incrementando poco a poco la frecuencia de la bebida, que paso de los fines de semana, principalmente, a hacerse diaria. El año anterior había pasado de beber exclusivamente cerveza a beber vodka. Había acudido a varias reuniones de Alcohólicos Anónimos durante años, pero tendía a beber nada más acabar la reunión. No había recibido ningún tratamiento formal.

El paciente dijo que no había consumido recientemente otras sustancias; había fumado marihuana y esnifado cocaína varias veces en la universidad, pero no había vuelto a hacerlo desde entonces. No había tomado otras drogas y tampoco tomaba medicamentos. No fumaba cigarrillos. Había perdido varias veces el conocimiento en la universidad, pero nunca más desde entonces. Carecía de antecedentes comiciales y de problemas orgánicos. En los antecedentes familiares destacaba la dependencia alcohólica de su padre y su abuelo paterno.

El Sr. Underwood llego al programa de tratamiento aproximadamente a las 3:00 de la tarde, no habiendo bebido nada desde la noche antes. Estaba diaforético y le temblaban claramente las manos. Refirió que padecía ansiedad, inquietud, irritabilidad, náuseas e insomnio reciente.

En la evaluación clínica, el paciente aparecía como un varón diaforético, informalmente vestido, que se mostraba colaborador, aunque paseando nerviosamente de arriba abajo, y que de inmediato dijo: <Estoy dispuesto a dejarme el pellejo>>. La velocidad, el ritmo y el tono del discurso eran normales. Negó estar deprimido. No se hallaron signos de pensamiento psicótico y dijo que no había tenido alucinaciones ni auditivas, ni visuales, ni táctiles. Estaba alerta y orientado en cuanto a persona, lugar y fecha. No tenía grandes déficits de memoria, pero la atención y la concentración estaban disminuidas.

Los aspectos más reseñables de la exploración física fueron: diaforesis marcada, tensión arterial de 155/95, frecuencia cardiaca de 104 latidos/ minuto, temblor intenso en las extremidades superiores  y reflejos tendinosos profundos hiperactivos en todo el cuerpo. Los análisis clínicos fueron normales, excepto los niveles-aminotransferasa, más o menos tres veces por encima de lo normal.

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