Piénsalo así: en la historia de la milicia pueden identificarse dos tipos de ejércitos: el que lucha por una causa o ideal, y el que pelea por dinero, en un mero cumplimiento de su deber. El que va a la guerra por una causa, como el ejército de Napoleón Bonaparte, que combatió por la propagación de la Revolución francesa, lucho con gran intensidad. Sus miembros atan su destino individual a la causa y la nación. Están mas dispuestos a morir en batalla por la causa. Sus integrantes menos entusiastas son arrebatados por el espíritu grupal. El general puede pedir mas de sus soldados. Los batallones están mas unificados y los lideres de los diversos batállanos son mas creativos. Luchar por una causa es un conocido multiplicador de fuerza: entre mayor es la identificación con la causa, más alta es también la moral, lo que se traduce en mas fuerza. Un ejército así puede derrotar a un mucho mas grande, pero menos motivado.
Algo similar puede decirse respecto a tu vida: operar con un propósito elevado es un multiplicador de fuerza. Todas tus decisiones y acciones cobran un ímpetu enorme, porque son guiadas por una idea y un propósito centrales. Los muchos lados de tu carácter son canalizados hacia ese propósito, lo que te da una energía continua. Tu concentración y aptitud para recuperarte de la adversidad te confieren un impulso irresistible. Puedes pedir mas de ti mismo. Y en un mundo donde muchas personas vagan sin sentido, las rebasaras con facilidad y atraerás la atención por este motivo. La gente deseara estar a tu lado para embeberse de tu espíritu.
Tu tarea como estudioso de la naturaleza humana es doble: primero, toma conciencia del rol fundamental que desempeña el propósito en la vida de los seres humanos. Por naturaleza, la necesidad de propósito ejerce una fuerza gravitacional que nadie puede resistir. Observar a quienes te rodean y evalúa lo que guía su conducta, distingue patrones en sus decisiones. ¿Su principal motivación es la libertad para hacer lo que les plazca? ¿Persiguen más que nada placer, dinero, atención, el poder por el poder o una causa a la cual unirse? Llamaremos a estos propósitos falsos, los cuales conducen a un comportamiento obsesivo y callejones sin salida. Una vez que identifiques a personas motivadas por un propósito falso, evita contratarlas o trabajar con ellas, ya que tenderán a llevarte cuesta abajo con su energía improductiva.
Notaras también que hay quienes se esfuerzan en encontrar su propósito bajo la forma de un llamado en la vida. Podrías ayudarlos, o prestarse ayuda mutua. Por último, quizás identifiques a algunas personas con un propósito relativamente elevado. Podría tratarse de un joven que parece destinado a la grandeza. Hazte amigo suyo y contágiate de su entusiasmo. Otros tendrán mayores, con varios logros en su haber. Asociate con ellos de cualquier forma posible. Te impulsaran hacia arriba.
Tu segunda tarea es encontrar tu propósito y elevarlo imbuyéndote lo mas posible de el. Si eres joven, utiliza tu hallazgo para dar un marco general a tu incansable energía. Explora el mundo libremente y acumula aventuras, aunque dentro de un determinado marco. Mas todavía, acumula habilidades. Si eres mayor y erraste el camino, toma las habilidades que adquiriste y busca formas de canalizarlas en dirección a su eventual acoplamiento con tus inclinaciones y espíritu. Evita cambios de carrera drásticos y repentinos, que son poco prácticos.
Ten en mente que tus contribuciones a la cultura pueden adoptar muchas formas. No es indispensable que seas un emprendedor o una gran figura en el escenario del mundo. Puedes operar sencillamente como una persona en un grupo o organización, siempre que conservas un punto de vista propio y definido, y lo uses para ejercer una influencia beneficiosa. Tu camino puede implicar trabajo y destreza físicos: te enorgulleces por la excelencia del trabajo, al dejar un sello particular de calidad. O podrías criar a una familia de la mejor manera posible. Ningún llamado es superior a otro. Lo que importa es estar atado a una necesidad e inclinación personal, y que tu energía te impulse a mejorar y a aprender de la experiencia sin cesar.
En cualquier caso, deberás llegar lo más lejos posible en el cultivo de tu singularidad y la originalidad que la acompaña. En un mundo repleto de personas intercambiables, tu no podrás ser reemplazado. Eres único en tu género. Tu combinación de habilidades y experiencia no es reproducible. Esto representa una libertad verdadera y es el poder supremo que los seres humanos estamos en condiciones de poseer.