La Actitud Depresiva

De niños, estos sujetos no se sintieron queridos ni respetados por sus padres. A los niños desvalidos les resulta muy difícil imaginar que sus padres se equivocaron o fallaron. Pese a que no se sienten queridos, dependen de ellos. Así, su defensa suele ser interiorizar el juicio negativo e imaginar que es cierto que no merecen ser amados, que hay algo malo en ellos. De esta manera pueden mantener la ilusión de que sus padres son solidos y aptos. Todo esto sucede de forma inconsciente, pero la sensación de que son despreciables afecta a estas personas para toda la vida. En el fondo se sienten avergonzadas, sin conocer la causa de ello.

Cuando son adultos, estos individuos prevén que sus experiencias serán de abandono, perdida y tristeza, y perciben señales de cosas potencialmente depresivas en el mundo que los rodea. Les atrae en secreto lo oscuro del mundo, el lado turbio de la vida. Si pueden inventar parte de la depresión que sienten, al menos esta bajo su control. Se consuelan pensando que el mundo es deprimente. Una estrategia que emplean durante toda su vida es retirarse en tiempo de la gente. Esto alimenta su depresión y la convierte en algo que pueden manejar hasta cierto punto, en contraste con las experiencias traumáticas que se les imponen.

Un excelente ejemplo es el talentoso compositor y director de orquesta alemán Hans Von Bulow (1830-1894). En 1855, Von Bulow conoció y se enamoro de Cosima Liszt (1837-1930), la carismática hija del compositor Franz Liszt. Cosima se sintió atraída por su aire de tristeza. Él vivía con su madre, dominante y hostil, y Cosima sintió una inmensa compasión por el. Quería rescatarlo y transformarlo en un gran compositor. Se casaron pronto. Con el paso del tiempo, Cosima descubrió que el se sentía muy inferior a ella, que era inteligente y enérgica. Von Bulow no tardo en cuestionar su amor por el. Se apartaba a menudo de ella durante sus ataques de depresión. Cuando Cosima se embarazo, el desarrollo dolencias misteriosas que le impedían estar a su lado. Sin dar el menor indicio previo de ello, se volvió sumamente frio.

Sintiéndose no amada y abandonada, Cosima se enredo con el famoso compositor Richard Wagner, amigo y colega de Von Bulow. Sentía que esta habla alentada inconscientemente esa aventura. Cuando lo dejo por fin para vivir con decía no merecer su amor. Después aludía al desafortunado giro que había dado su carrera, sus diversas enfermedades y sus tendencias suicidas. Aunque se autocriticaba, ella no podía evitar sentirse culpable y deprimida, e incluso de alguna manera responsable. Contar todos sus pesares era la forma sutil en que el lastimaba a Cosima. Ella aseguro que cada carta era “una espada clavada en mi corazón”. Las cartas siguieron llegando un año tras otro, hasta que el se volvió a casar y repitió el patrón con su nueva esposa.

Los individuos de este tipo suelen tener la oculta necesidad de lastimar a otros, lo que alienta en ellos conductas como la traición o la critica que alimentan su depresión. También se autosabotean si experimentan cualquier clase de éxito, porque en fondo sienten que no lo merecen. Desarrollan bloqueos en su trabajo o interpretan las criticas como una señal de que no deberían proseguir con su carrera. Los tipos depresivos atraen a los demás por su naturaleza sensible, y estimulan el deseo de ayudarles. Igual que Von Bulow, sin embargo, criticaran y lastimaran a quienes quieran socorrerlos, tras lo cual se replegarán de nuevo. Esta estira y afloja causa confusión, pero una vez bajo su encanto es difícil librarse de ellos sin sentir culpa. Tienen el don de hacer que otras personas se depriman en su presencia. Esto recarga sus reservas de combustible.

La mayoría de nosotros tenemos tendencias y momentos depresivos. La mejor forma de manejarlos es tomar consciencia de su necesidad; son el medio por el que nuestro cuerpo y mente nos obligan a aflojar el paso, a bajar nuestra energía y retraernos. Los ciclos depresivos pueden tener propósitos positivos. La solución es darse cuenta de su utilidad y cualidad temporal. La depresión que sientes hoy ya no estará contigo en una semana, asi que te libraras de ella. Si es posible, busca formas de elevar tu nivel de energía, lo que te ayudara físicamente a salir de ese estado anímico. La mejor manera de manejar la depresión recurrente es canalizar tu energía al trabajo, en especial a las artes. Acostumbrado a apartarte y estar solo, usa este tiempo para aprovechar tu inconsciente. Exterioriza en el trabajo tu sensibilidad inusual y oscuros sentimientos.

Nunca intentes animar a personas deprimidas hablándoles de las maravillas de la vida. Es mejor que coincidas con su lúgubre opinión del mundo mientras las diriges sutilmente a experiencias positivas que eleven su ánimo y energía sin ninguna apelación directa.  

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